España ha dejado de ser el foco de incertidumbre en el que se había convertido en los últimos años para transformarse en un polo de atracción para la inversión extranjera. Con el consumo interno y la inversión pública bajo mínimos, la llegada de capital foráneo a nuestro país se presenta como un revulsivo para la recuperación española, además de las exportaciones.
En este sentido, la mitad de la inversión se concentra en la industria manufacturera y en las actividades financieras. Los seguros fueron el principal imán para los extranjeros, aglutinando casi una cuarta parte de la inversión. En concreto, desde fuera de nuestro país llegaron 1.553 millones de euros al sector de los seguros.
La medalla de plata de la inversión se la lleva la producción de aluminio, que sigue siendo el destino de 612 millones de euros, es decir, el 9% del total. El podio lo cierra la inversión de los extranjeros en clubes deportivos españoles. Este apartado supuso la entrada de 455 millones –un 6,7% del total– y experimentó un crecimiento del 8.176% respecto al año anterior, cuando apenas representó 6 millones.
Y respecto a las inversiones extranjeras, el Gobierno se manifiesta optimista ya que, el segundo semestre del año suele ser, tradicionalmente, el que concentra el mayor volumen de inversión extranjera. Ya en los últimos meses ha habido una entrada de capital extranjero en empresas españolas como FCC, Banco Sabadell, NH Hoteles, CaixaBank, Cepsa, Repsol, Banco Santander, Banco Popular, o Telefónica. Las empresas españolas se ven como un producto bueno, bonito y barato. Bueno y bonito, por la calidad de nuestras empresas, de sus productos y sus servicios; y barato, porque la crisis ha provocado que muchas compañías estén infravaloradas y ostenten un elevado potencial de crecimiento en el medio plazo.
Desde nuestra correduría de seguros en Ontinyent, Espabrok-Seguros Frances, queremos felicitar a todos los que se dedican a los seguros, por conseguir ser, el centro de la inversión extranjera.