En España se registran una media de 47 incendios diarios, las estadísticas indican que el 20% tiene un origen eléctrico. Este tipo de incendio representa uno de los riegos que más pérdidas económicas ocasionan, debido tanto al efecto del fuego como a la generación de gases tóxicos. Las instalaciones fotovoltaicas acumulan riesgos específicos de incendio debido a la presencia de puntos calientes en los propios paneles, calentamientos y/o arcos eléctricos en el interior de paneles, baterías, caja de conexión, inversores y cableado de corriente alterna. Que no solo afectan a la zona donde se encuentra la instalación fotovoltaica, también al edificio donde se ubica.
Además, hay que añadir el agravamiento del riesgo por desgaste y exposición al clima. De hecho, es una de las causas más frecuentes de incendio. Y hay que tener en cuenta que un panel fotovoltaico expuesto a la luz solar genera corriente continua.
En muchas ocasiones la propiedad de la planta fotovoltaica y la del edificio donde se ubica no son la misma, por lo que hay que extremar las medidas de prevención para no exponerse a elevadas reclamaciones por daños y lucro cesante.
Algunas recomendaciones generales incluyen:
- Realizar el diseño e instalación por contratistas competentes. Que cumplan con buenas prácticas y apliquen todas las regulaciones de la industria.
- No instalar sobre cubiertas altamente combustibles, que contengan materiales como paneles sándwich de poliuretano.
- Construir accesos fáciles y rápidos que permitan la limpieza, mantenimiento e inspección de la instalación.
- Contar con sistemas de vigilancia permanente por medio de sensores infrarrojos y por supuesto, mantener al día el plan de emergencias.
En Seguros Francés estudiaremos tu proyecto y te ofreceremos las soluciones aseguradoras que más necesitas.
Si te interesa este artículo, quizás te guste: