Desde nuestra correduría de seguros en Ontinyent, queremos compartir esta información que resulta de plena actualidad, porque aparte de los bajos intereses que ofertan los depósitos, tampoco te dan seguridad. Hasta ahora, los ahorradores tradicionales, aquellos que depositan su dinero en los bancos, estaban a salvo cuando una entidad fuera a la quiebra. En España los 100.000 primeros euros depositados tienen aval del Estado. Ahora Europa mantiene la garantía en el mismo importe.
Sin embargo, para ello estaba prevista la creación de un Fondo de Garantía Común de Depósitos que ha quedado aplazada ante la oposición frontal de Alemania. Como compensación, han decidido reforzar durante esta legislatura los sistemas nacionales de garantía de depósitos, de forma que en un plazo no superior a 10 años, cada país debe tener recursos equivalentes al 0,8% de todos sus depósitos inferiores a 100.000 euros. Una cantidad, en cualquier caso, muy limitada en el caso de enfrentar la quiebra de un gran banco o de varios de menor tamaño.
Bankinter advierte que sin el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) europeo, » se hace desaparecer el denominado tercer pilar de la Unión Bancaria«. Los dos primeros son el supervisor único, que es el Banco Central Europeo (BCE), y el fondo de resolución única, que es el Mecanismo Único de Resolución (MUR), cuyo alcance también queda limitado a 55.000 millones de euros con recursos del propio sector, es decir, «fondos privados y sin posibilidad de apalancarse con aval público».
Antes del rescate las pérdidas se cargarán, en este orden, contra los accionistas (capital), la deuda junior (subordinadas y preferentes), la deuda senior (bonos) y la parte no garantizada de los depósitos (cualquier importe que exceda los primeros 100.000 euros, que estarán garantizados, pero por cada Estado miembro). Sólo después de haber consumido todos los recursos de la propia entidad entrará el rescate con fondos del MUR.
Los depositantes, por tanto, podrán salvar 100.000 euros cuando se liquide un banco. La medida entrará en vigor en 2016. La duda está en qué ocurrirá en este tiempo si se produce una quiebra de un banco, porque Alemania sigue negándose a la creación de un fondo común.
Sin el Fondo, los analistas de Bankinter consideran que «se rompe el vínculo directo que hasta ahora existía de forma implícita entre deuda privada y soberana, entre los bancos y los estados, pero no de una forma tan rotunda y definitiva como se pensaba».
Esto se debe, en primer lugar porque la capacidad del fondo, de 55.000 millones, es limitada y no puede apalancarse. «Su importe parece insuficiente como para poder frenar un efecto sistémico«, señalan. «Es cierto que desde ahora las reglas del juego estarán más claras: pagan los inversores de cualquier tipo (accionistas, bonistas, etc.) y también los depositantes de más de 100.000 euros, pero en caso de un contagio sistémico (las crisis de los grandes bancos no suelen ser individuales) los fondos disponibles parecerán insuficientes y el pensar en un recurso último a los Estados será inevitable por lo que el cortafuegos diseñado sólo funcionará en caso de crisis de entidades individuales de tamaño medio o reducido que no provoquen un efecto contagio».
Desde nuestra correduría de seguros en Ontinyent, esperamos que esta información te sirva de ayuda, y te animamos a conocer nuestro seguro de pensiones y jubilación.